Revisión de matrona y vacuna de la gripe

 Esta semana haremos 26 semanas el jueves, y estoy nerviosa y a la vez ansiosa por conocer a la pequeña Lana a quien veré gracias a la tecnologia 5D el día 30 de este mes.

Un regalo precioso de los reyes magos, además del fular de porteo del que estoy enamorada pues quien me conoce sabe la importancia que le doy al apego entre otras cosas.

Hoy he tenido una cita presencial con la matrona, estamos en una situación un poco complicada con el tema COVID y hay que admitir que algunos médicos siguen siendo un encanto de personas, como la pediatra de Laia que incluso llama de vez en cuando para ver como está. 

Pero no es el caso, esta matrona sigue siendo exactamente como recordaba y es que es la misma que tuve en el embarazo de Laia.

Así que debo admitir que doy gracias a que solo tendré dos citas presenciales con ella, la de hoy para hablar de la ecografía morfologica, de la que no se a hablado en toda la consulta, oír el corazón de Lana y ponerme la vacuna de la gripe cosa que admito que es la primera vez en toda mi vida que me pongo, pero todos insisten en que es super importante en este momento, así que tampoco es que me cueste nada.

La siguiente visita será el día 28 de febrero, día de andalucía por cierto! 

Será una cita presencial para la vacuna de la tosferina la cual ya me puse en el embarazo de Laia también y que es importante.

Hablé con ella sobre el parto tras una cesarea, le pregunté si después de una cesarea habría posibilidad de otra, su respuesta fué "en el materno no hacemos cesarea a menos que sea necesario".

Mi cara fué un poema por que como le dije "no, es lo que me gustaría evitar a menos que sea necesario"

Y es que a decir verdad ya tuve experiencia con una cesarea, ese dolor es horrible, tengo que admitirlo y me gustaría poner tener la oportunidad de experimentar un parto vaginal pues será según mi decisión el último parto que tendré pues no quiero tener más hijos.

La verdad que se quedó callada cuando le dije esto, quizá ella esperaba que yo le pidiese ir por la vía "fácil" como alguna vez me a dicho que es, pero no, de fácil no tiene nada.

Casi cuatro años más tarde aún puedo sentir los pinchazos cuando hago un mal movimiento o gesto, e incluso a veces si estornudo y no soy la única, tengo amigas que lo sienten aún más de quince años después.

Lo único que sí tengo claro es que quiero la epidural, por que soy una persona que tiene muy poca tolerancia al dolor a pesar de tener tatuadas hasta las costillas y además me gustaría vivir mi parto de manera más bonita, no tan traumática.

Así que si no hay inconvenientes la pediré sin duda.

En otra entrada relataré mi parto con Laia, quizá entendáis por que al principio tuve tantísimo miedo (y ahora quizá un poco aún) 


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