Nunca he sido una chica de palabras...

Está claro que nunca he sido una persona habladora, no sé si fue cuando era niña que empezó todo a ir cuesta arriba, cuando mi madre me dejó con mi abuela, aún no tengo claro cada detalle pero sí sé muchas cosas que quizá cuando niña no debía saber y oír.
Oír a una madre decirte que no la llames y que no te quiere, que no eres su hija... crecer preguntándose que has hecho para que tu madre no te quiera es jodido, no creéis?
O quizá cuando tenía siete años y alguien cercano puso sus manos sobre mi por primera vez fingiendo hacerme cosquillas y deteniéndose dos años después cuando me vino la primera regla.
Oyendo "eres mi puta " a diario no hace que tengas la mejor autoestima.
Quizá el hecho de sentirme responsable de cargar con la culpa y el peso por que "nadie me iba a creer".
Tal vez aquella vez que queriendo jugar con mis primos a tirarnos uno sobre otro una tía mia dijo sin mala intención "tu no, que los vas a aplastar"
O puede ser tal vez cuando tenía catorce años y llamaron avisando de la muerte de mi padre, aquella que yo había estado soñando meses antes y tuve que tomar la carga de todo pues mi abuela paterna sólo intentaba suicidarse día tras día.
Alguien debía ser fuerte, no? Por que si yo lloraba frente a ella ella iba a suicidarse y yo iba a perder a otra persona.
Así que durante tres o cuatro años más crecí oyendo que yo era mala, que no lo quería por no llorar porél.
Ufff en ese momento descubrí la anorexia y como el cortar mis muñecas aliviaba el dolor que sentía por dentro, sabes cuando lloras tanto que gritas interiormente? Yo usaba esa fuerza para hacer una nueva cicatriz en mi brazo.
Así que aguantando aquello con la cabeza alta, ya sin querer salir de casa y mi nueva moda gótica donde solo sonaba rock y metal me encerré en mi misma, no volví a dibujar ni a escribir.
Aprendí a usar el tarot el cual siempre me había llamado la atención y no era de extrañar, hija de bruja bruja tenía que ser.
Ya no estudiaba y perdía mis oportunidades, ya ni me interesaba así que vivía en un mundo en el que si me interesaba la psicologia lo aprendía por mi cuenta, así con todo lo que sé.
Sé de mucho sin tener estudios. Deborando libros de medicina en la biblioteca aprendes muchas cosas.
Y para colmo que tal si le añadimos que cuando cumplí dieciocho años esa persona cercana volvió e intentó de nuevo sus cosquillas?
Pues que yo no pensaba tolerarlo, ya había aprendido algo de yudo, taekwondo y karate, aparte de defensa personal.
Quería defenderme y sí, lo hice tanto que tuve que eleguir.
Quedarme en casa y acabar provocando un infarto a mi abuela quien estaba mal del corazón en ese momento o largarme?
Pues maleta en mano salí de mi casa para nunca volver y sí, claro que me arrepiento de tirar todo por la borda por un cabrón, pero por una vez más proteguí a alguien.
Pero no a mi.
Y sí... claro que en el fondo le guardo rencor a mi abuela por que prefirió defenderlo a él, aunque me haya pedido perdón mil veces... ella podía haber hecho algo cuando yo tenía siete años, pero siempre lucho con ese pensamiento.
Yo ya estaba bastante jodida, sin confiar en la gente ni en los hombres.
En ellos menos, todo lo que sabía del sexo lo había aprendido a malas.
Que iba a tener de divertido eso? Si al notar un roce ya me encogía con miedo, como una cría de siete años.

Pues no sé, no sé en que momento dejé de hablar para esconder todo dentro causandome problemas como TOC, ansiedad y transtornos de alimentación por atracones, entre otras. Aún sigo teniendo pensamientos sobre anorexia y bulimia pero no caigo, antes está mi hija.
Hace unos meses cuando me contaron lo de mi hija sentí que el mundo se me caía encima pues aunque ya sabía algo, sospechaba más bien cuando te confirman duele, así que tenía dos opciones, o levantaba la cabeza o me hechaba a llorar.
Leí, investigué y tomé cursos sobre TEA, trabajé con ella, diseñe un horario con pictogramas y me centré en ella por completo.
Yo no puedo permitirme rendirme, siempre he sido una luchadora aunque por dentro duela y esto no es menos.
Así que cuando estoy muy mal aprovecho que ella se duerme, me pongo los cascos y empiezo a pintar, a veces lloro, no está mal llorar, no está mal estar mal.
Cuando me siento mejor, liberada, guardo todo, me lavo la cara y con una sonrisa sigo mi vida como si nada hubiese pasado.
Y hoy, es uno de esos días.
En este dibujo está todo mi dolor, rabia y sobre todo mi impotencia.
En este dibujo, estoy toda yo.
Todo mi interior.

Nunca he sido una chica de palabras... pero a veces no hacen falta palabras.



Comentarios

  1. Estaba leyendo las duras palabras de tu relato...
    De tu experiencia..
    mientras oia esta cancion...
    " Pink Floyd - You've Got To Be Crazy (Early version of Dogs) - Immersion Box "

    Me volvere loco creo que llama el tema.. y eso es lo que siento al leer tu relato, vaya que tocante No tenia ni idea...
    por suerte has sido fuerte, moriras de pie... que mas da
    Espero solo que te cures con tu magia con la magia de el amor que te regala tu hija y tu familia =) un abrazo Juni.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares