Superando el miedo al baño

Desde que gordita empezó a tener miedo al baño tuve que ingeniármelas para bañarla.
No era sencillo.
Era abrir la ducha y gordita ponerse nerviosa e intentar salir de ella.
Los primeros días eran un poco desesperantes, no podía bañarla, no se dejaba.
Al tercer día dije, ¡esto ya no puede seguir así, te vas a bañar! y como os conté en una entrada anterior comencé a intentarlo con mucha paciencia.
Ella lloraba y poco a poco fué cogiendo confianza, pero no quería sentarse en su piscina inflable de modo que decidí que sería la hora de quitar esa piscina inflable en la que tanto había jugado (por que tengo ducha, no bañera).
Hemos conseguido estar de pie dentro de la ducha y abrir el agua, gordita juega con el agua cuando cae y para lavarle el cuerpo le digo cosas como "mira el agua te hace cosquillas en el pie, el agua es muy buena y divertida".
De este modo gordita fué cogiendo confianza de nuevo en la ducha a pesar de que aún no soporta sentarse en la ducha y quiere ducharse de pie por lo que siempre debo estar agarrandola. Ni un segundo la suelto.
El cabello... ese ya es otro tema. Es imposible ponerle la ducha sobre el cabello por que le da mucho miedo de modo que para lavarle el cabello la siento en el lavado y me pongo de pie frente a ella y empiezo a contarle una historia mientras que con una esponja mojada le mojo todo el cabello, cuando ya está completamente mojado y goteando incluso le pongo el jabón y jugamos ¡Mira las burbujas que hace! nos miramos al espejo y ponemos cara de locas con todo el pelo blanco por la espuma del jabón.
Para quitarle el jabón empapo bien la esponja y empiezo a quitarselo poco a poco, sé que es engorroso y puede dar mucho trabajo pero mi intención es que mi gordita vuelva a disfrutar del baño, no meterla en la ducha a la fuerza y que llore y llore por que tiene miedo.
De este modo puedo bañarla, lavar su cabello y además lo pasamos bien.
En esos momentos me siento muy unida a ella.

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