Se supone que sería un buen día
Se suponía que oi sería un buen día, se suponía que no debía pensar en nada.
Y lo he conseguido.
Más o menos.
He dejado de pensar en aquello que me está haciendo daño, al menos durante un buen rato.
He llegado al punto en el que ya me da igual.. me duele pero tengo cosas más importantes en las que pensar.
Mi familia, que está muy lejos de mi y a la cual necesito con tanta fuerza.
Mi abu, ahora ingresada en un asilo a la que hecho tanto de menos y que con muchas ganas he querido llamar estos días para decirle que necesitaba su abrazo.
Mi pequeña niña quien cada vez se hace mayor y no quiero que vea a su mamá llorar.
Mi trabajo, el que debo cuidar y consevar por que de él depende mi gordita.
Mi vida, mi libro, mi casa, mi todo.
He tomado dos decisiones a lo largo de ese dolor, con ese sentimiento. He llegado a muchas conclusiones que no me gustaban para nada y a dos que realmente me ayudarán.
He llegado a sentirme culpable, a menos preciarme. Incluso a odiarme.
He llegado a sentir que se me caía el mundo encima y no podía respirar.
He llegado a sentir que no valgo nada y que por eso sucede todo. Por que yo no tengo ningún valor.
He llegado a tantas conclusiones dañinas que en otro momento me habrían tirado directamente de cabeza en manos de ANA Y MIA o simplemente de un par de bonitas y afiladas hojillas...
Pero ya no tengo quince años, ya hace muchos años que no desgarro mi piel con hojas de metal sólo para buscar calmar el dolor. Ya hace casi tres años que no hago un ayuno de más de 21 días (sólo tomando líquido). Ya hace muchos años que esa chica murió.
Hoy sólo necesito sonreir por fuera, aunque sea la sonrisa más falsa del mundo y la más hipocrita. Aunque tenga que mentir y decir a todo el mundo que estoy bien cuando eso es falso.
Hoy solo me apetece tumbarme al sofá y ver una película. Tomarme un buen plato de espaguettis con tomate y queso y pensar luego en cuantas calorias tendrá eso!
Hoy sólo me apetece olvidarme del mundo y pensar en mi y mañana despertaré como una persona nueva, reiré, cantaré y ayudaré a los demás como siempre me a gustado hacer.
Y mañana volveré a hacer deporte, y a cuidarme y tener una alimentación sana y seguir bajando el peso que llevo bajando desde que nació gordita.
Mañana sólo deseo volver a ser yo... y espero que no quede en un simple deseo.
Y lo he conseguido.
Más o menos.
He dejado de pensar en aquello que me está haciendo daño, al menos durante un buen rato.
He llegado al punto en el que ya me da igual.. me duele pero tengo cosas más importantes en las que pensar.
Mi familia, que está muy lejos de mi y a la cual necesito con tanta fuerza.
Mi abu, ahora ingresada en un asilo a la que hecho tanto de menos y que con muchas ganas he querido llamar estos días para decirle que necesitaba su abrazo.
Mi pequeña niña quien cada vez se hace mayor y no quiero que vea a su mamá llorar.
Mi trabajo, el que debo cuidar y consevar por que de él depende mi gordita.
Mi vida, mi libro, mi casa, mi todo.
He tomado dos decisiones a lo largo de ese dolor, con ese sentimiento. He llegado a muchas conclusiones que no me gustaban para nada y a dos que realmente me ayudarán.
He llegado a sentirme culpable, a menos preciarme. Incluso a odiarme.
He llegado a sentir que se me caía el mundo encima y no podía respirar.
He llegado a sentir que no valgo nada y que por eso sucede todo. Por que yo no tengo ningún valor.
He llegado a tantas conclusiones dañinas que en otro momento me habrían tirado directamente de cabeza en manos de ANA Y MIA o simplemente de un par de bonitas y afiladas hojillas...
Pero ya no tengo quince años, ya hace muchos años que no desgarro mi piel con hojas de metal sólo para buscar calmar el dolor. Ya hace casi tres años que no hago un ayuno de más de 21 días (sólo tomando líquido). Ya hace muchos años que esa chica murió.
Hoy sólo necesito sonreir por fuera, aunque sea la sonrisa más falsa del mundo y la más hipocrita. Aunque tenga que mentir y decir a todo el mundo que estoy bien cuando eso es falso.
Hoy solo me apetece tumbarme al sofá y ver una película. Tomarme un buen plato de espaguettis con tomate y queso y pensar luego en cuantas calorias tendrá eso!
Hoy sólo me apetece olvidarme del mundo y pensar en mi y mañana despertaré como una persona nueva, reiré, cantaré y ayudaré a los demás como siempre me a gustado hacer.
Y mañana volveré a hacer deporte, y a cuidarme y tener una alimentación sana y seguir bajando el peso que llevo bajando desde que nació gordita.
Mañana sólo deseo volver a ser yo... y espero que no quede en un simple deseo.
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