Ese momento de descojone

Desde que me mudé a mi nuevo piso la puerta de afuera siempre se me resiste, y Gordita lo sabe.
A veces necesito de un par de minutos para poder hacer girar la llave mientras ella me mira desde su silla de paseo con una sonrisa.
Cada día empezó a sonreír más hasta que hoy a hecho algo que realmente a sido desternillante.
Mientras yo acercaba la llave a la cerradura y justo antes de tocarla ella estalló en carcajadas.
Me quedé mirándola por supuesto, ¿es que se estaba riendo de mi? Miré incluso a mi alrededor a buscar si había algo que le hiciera reir pero nada.
Volví a acercar la llave y otra vez esa carcajada, estaba mirándome a mi! si, mi hija estaba descojonándose de mi burdo intento de abrir la puerta del edificio.
Mi madre!
Total, que ahí nos quedamos como cinco minutos, ella riendo a carcajadas y yo que soy de risa fácil pues se me pegaba todo! cuanto más se reía la gordita más que me reía yo y viceversa.
Esta niña es demasiado traviesa.

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